Hoy he puesto mi primera férula a un paciente de 37 años por una fractura en el peroné, concretamente en el maléolo externo. Tras la placa, hemos observado que tenía una fractura completa simple, es decir, con un trazo único y sin desplazamiento. Por tanto, el médico nos ha comentado que pusiésemos una férula de yeso para inmovilizar.
He preparado el material (venda de algodón, venda de yeso, venda de crepé, esparadrapo, tijeras, guantes y cubeta con agua) y he llamado al paciente. Cuando ha pasado y le hemos tumbado en la camilla, lo primero que he detectado era ANSIEDAD relacionado con falta de información. Estaba nervioso porque no sabía qué tenía en el tobillo, si era grave o no, si estaba roto o no, cuánto tiempo iba a tener que estar de baja, qué le íbamos a hacer y si le iba a doler mucho. Después de haber escuchado sus preocupaciones y haber respondido todas sus dudas, se ha quedado mucho más tranquilo.
A continuación, hemos tomado medidas con la venda de yeso y hemos preparado 17 capas (en vez de 14-15) porque se trataba de un hombre joven y grueso. Hemos valorado la zona de la fractura, no tenía pulseras ni heridas, sólo un edema intenso y caliente, algo normal por la fractura. He almohadillado bien el miembro afectado con venda de algodón, especialmente en las prominencias óseas y he evitado pliegues o arrugas, para no provocar isquemias localizadas o úlceras. He introducido las vendas de yeso en el agua y cuando han dejado de burbujear, las he escurrido para eliminar el exceso de agua y lo he extendido sobre el miembro inferior, mientras el paciente mantenía una posición anatómica del pie de 90º. La he dado forma con las palmas de las manos (NO con los dedos para evitar zonas que puedan ejercer presión sobre la piel) y la he vendado en espiga para fijarla. Durante el vendaje, el paciente lloraba de DOLOR, por lo que hemos comunicado al médico la necesidad de darle analgesia antes de darle el alta.
He preparado el material (venda de algodón, venda de yeso, venda de crepé, esparadrapo, tijeras, guantes y cubeta con agua) y he llamado al paciente. Cuando ha pasado y le hemos tumbado en la camilla, lo primero que he detectado era ANSIEDAD relacionado con falta de información. Estaba nervioso porque no sabía qué tenía en el tobillo, si era grave o no, si estaba roto o no, cuánto tiempo iba a tener que estar de baja, qué le íbamos a hacer y si le iba a doler mucho. Después de haber escuchado sus preocupaciones y haber respondido todas sus dudas, se ha quedado mucho más tranquilo.
A continuación, hemos tomado medidas con la venda de yeso y hemos preparado 17 capas (en vez de 14-15) porque se trataba de un hombre joven y grueso. Hemos valorado la zona de la fractura, no tenía pulseras ni heridas, sólo un edema intenso y caliente, algo normal por la fractura. He almohadillado bien el miembro afectado con venda de algodón, especialmente en las prominencias óseas y he evitado pliegues o arrugas, para no provocar isquemias localizadas o úlceras. He introducido las vendas de yeso en el agua y cuando han dejado de burbujear, las he escurrido para eliminar el exceso de agua y lo he extendido sobre el miembro inferior, mientras el paciente mantenía una posición anatómica del pie de 90º. La he dado forma con las palmas de las manos (NO con los dedos para evitar zonas que puedan ejercer presión sobre la piel) y la he vendado en espiga para fijarla. Durante el vendaje, el paciente lloraba de DOLOR, por lo que hemos comunicado al médico la necesidad de darle analgesia antes de darle el alta.
Finalmente, nos ha comentado que nunca se había roto nada y que no sabía cómo tenía que cuidar el yeso, por lo que ante este DÉFICIT DE CONOCIMIENTOS, le hemos explicado y comentado algunas recomendaciones:
- Debe vigilar la aparición de signos y síntomas como edemas, dolor generalizado o local en aumento porque la férula puede provocar fenómenos compresivos, especialmente en las prominencias óseas.
- Debe observar la coloración de la piel y su temperatura (los dedos deben tener color rosado y sentirse cálidos al tacto).
- Debe vigilar la capacidad de mover los dedos y la sensación de hormigueo porque además de los fenómenos vasculares, puede haber compresión de un nervio periférico superficial contra el hueso subyacente que provoca trastornos de la de la sensibilidad y de la motilidad.
- No debe mojar la férula en la ducha para evitar su deterioro y maceramiento del miembro por la humedad.
- No debe introducir ningún objeto en el interior del aparato de inmovilización (como las agujas de tejer) por que puede lesionar la piel y luego se puede infectar.
- Para mejorar la circulación, disminuir el edema y el consecuente dolor, debe elevar el miembro afectado y brindar mayor comodidad a través de los cambios de posición y la administración de analgésicos.
- Volver en 10-15 días para repetir la placa y ver el estado de la fractura.
Después de esto me pregunto…¿Poner una férula es sólo poner un yeso?¿Puede ponerlo cualquier persona con un poco de práctica? A lo que me respondo…¡¡¡NO!!!
Antes de poner la férula, mi enfermera y yo hemos detectado la ANSIEDAD del paciente, hemos valorado el estado de la piel, hemos valorado el DOLOR, al realizar la técnica hemos tenido en cuenta la protección de la piel, le hemos ido explicando qué iba a sentir, y además, al terminar le hemos explicado qué debe vigilar para evitar COMPLICACIONES POTENCIALES neurovasculares y le hemos dado algunas recomendaciones porque tenía un DÉFICIT DE CONOCIMIENTOS sobre el cuidado de la férula.
Por tanto, poner una férula, es MUCHO MÁS QUE UNA TÉCNICA porque requiere unos conocimientos anatómicos, conocimiento de la técnica, saber por qué está indicada, capacidad para detectar problemas y resolverlos, y conocer las complicaciones que se podrían producir.
Buena entrada; has descrito una experiencia, has reflexionado, has utilizado lenguaje enfermero.... sigue así.
ResponderEliminarTengo hormigueo, me duelen los dedos y me duele mucho la parte superior del pie. Que puedo hacer, ya que no sesa el dolor?
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