Hoy ha llegado un paciente a Boxes por un síndrome vertiginoso. El médico ha ido a explorarle y nos ha dicho si podíamos ir con él para tomarle la TA y realizar un ECG. Cuando hemos llegado, el médico ha comenzado la exploración y le ha preguntado sobre los vértigos, cuándo se acentuaban, cuando desaparecían, qué más síntomas tenía asociados, qué cosas le impedían realizar los vértigos, si tenía dolor en las cervicales, etc. Ha analizado su electrocardiograma y su tensión y a continuación, le ha ido explicando qué patologías podían ser compatibles con los síntomas y cuáles descartaba por ausencia de síntomas, ayudándose de fotos con una tablet. Pero no sólo hablaba, sino que escuchaba con atención a la familia y al paciente y resolvía las dudas que les iban surgiendo. Finalmente, el médico les ha comentado que él considera innecesario su ingreso en la urgencia porque estaba más relacionado con su cuadro catarral que con otra patología, pero no ha dado por definitiva esta decisión suya, sino que ha preguntado al paciente y a la familia qué pensaban ellos, si lo veían bien o preferían que ingresase para observar la evolución. De esta situación he podido extraer varias cosas:
1. La comunicación es una herramienta terapéutica fundamental.
La comunicación es un proceso delicado y complicado mediante el cual nos podemos entender para vivir con los demás, así como solucionar conflictos con los semejantes y con uno mismo. En el caso de la comunicación interpersonal esto significa conectarse con otra persona en un nivel emocional, y no sólo en un nivel intelectual. A veces, de tanto ver cosas se nos olvida mirar y de tanto oír voces y ruidos diferentes se nos olvida escucharlos. Hoy en día, con sólo observar a los pacientes es posible darnos cuenta que, en muchas ocasiones, el hospital resulta un lugar hostil, donde los pacientes se encuentran solos, asustados, con miedo, necesitan de manera imperante comunicarse con los demás. En este sentido, la enfermera es un punto fundamental en la recuperación de la salud del paciente, al sentirse más confiado, puede colaborar más efectivamente en su recuperación. Además, comunicarnos con los pacientes y las familias de forma personalizada y proporcionando información, va a hacer que descienda su impaciencia, su incertidumbre y su ansiedad, tan comunes en las urgencias hospitalarias.
Por lo anterior y dada la importancia de la comunicación interpersonal en la relación enfermera-paciente, la enfermera debe agudizar sus sentidos, desarrollar su capacidad de escuchar, y de observar la comunicación no verbal y el lenguaje emocional del paciente.
La comunicación es un proceso delicado y complicado mediante el cual nos podemos entender para vivir con los demás, así como solucionar conflictos con los semejantes y con uno mismo. En el caso de la comunicación interpersonal esto significa conectarse con otra persona en un nivel emocional, y no sólo en un nivel intelectual. A veces, de tanto ver cosas se nos olvida mirar y de tanto oír voces y ruidos diferentes se nos olvida escucharlos. Hoy en día, con sólo observar a los pacientes es posible darnos cuenta que, en muchas ocasiones, el hospital resulta un lugar hostil, donde los pacientes se encuentran solos, asustados, con miedo, necesitan de manera imperante comunicarse con los demás. En este sentido, la enfermera es un punto fundamental en la recuperación de la salud del paciente, al sentirse más confiado, puede colaborar más efectivamente en su recuperación. Además, comunicarnos con los pacientes y las familias de forma personalizada y proporcionando información, va a hacer que descienda su impaciencia, su incertidumbre y su ansiedad, tan comunes en las urgencias hospitalarias.
Por lo anterior y dada la importancia de la comunicación interpersonal en la relación enfermera-paciente, la enfermera debe agudizar sus sentidos, desarrollar su capacidad de escuchar, y de observar la comunicación no verbal y el lenguaje emocional del paciente.
2. Un lenguaje sencillo ayuda a clarificar los síntomas y profundizar en la esfera psicológica. Se logra una mejor comunicación cuando se tiene la capacidad de seleccionar las palabras correctas. Esto requiere un amplio vocabulario que se pueda usar apropiadamente de acuerdo con cada situación, ya que no se debe hablar del mismo modo a un paciente oncológico, que a un niño, que a pacientes con nivel sociocultural bajo, que a una persona mayor o que a los compañeros de trabajo. Los tecnicismos pueden ser una herramienta excelente al hablar entre personas que comparten las mismas actividades, pero no podemos olvidar que hay palabras que suenan extrañas a personas que no las conocen.
“ No entiendes realmente algo a menos que seas capaz de contárselo a tu abuela”.
Albert Einstein
3. Uno de los aspectos más influyentes en la mejora de la comunicación es el desarrollo de los hábitos de escucha.
Escuchando se establece un ambiente de confianza, ya que la persona que habla se sentirá a gusto con quien le deja hablar y le escucha atentamente. También al escuchar se ayuda a la otra persona a entender mejor su situación. Dar a una persona la oportunidad de hablar de su enfermedad puede clarificar sus ideas acerca de la misma si son erróneas, a la vez que le proporciona una necesaria descarga emocional.
Escuchando se establece un ambiente de confianza, ya que la persona que habla se sentirá a gusto con quien le deja hablar y le escucha atentamente. También al escuchar se ayuda a la otra persona a entender mejor su situación. Dar a una persona la oportunidad de hablar de su enfermedad puede clarificar sus ideas acerca de la misma si son erróneas, a la vez que le proporciona una necesaria descarga emocional.
Además, ayuda a entender mejor la situación del otro porque se pueden descubrir las expectativas y creencias del paciente, pudiendo ayudarle a reconvertir las mismas y ganando así seguridad en la propia posición.
Si se escucha a los demás, se favorece su cooperación. Cuando un paciente ve que la enfermera se muestra realmente interesada por él y por sus preocupaciones, ideas y opiniones, la respetará y, en consecuencia, se mostrará cooperativo.
También ayuda a resolver las diferencias de criterio. No se puede estar de acuerdo o en desacuerdo con otra persona si no se conoce su punto de vista. El profesional no puede establecer un plan de cuidados si no sabe la situación del paciente y lo que éste opina sobre la misma. Sólo cuando se consigue un entendimiento mutuo se pueden buscar soluciones en común.
Escuchar reduce la tensión. Dar al paciente la oportunidad de expresar su opinión o sus preocupaciones ayuda a disminuir la tensión interna y hostilidad producida por la situación en la que se encuentra.
Y por último, al escuchar, se aprende. A veces parece que los profesionales no tienen nada que aprender de los pacientes, sin embargo, se puede conocer mucho acerca de la enfermedad y de la vivencia que la persona tiene de su enfermedad, sobre todo si se atiende al significado de las palabras, a los hechos que se ocultan tras las palabras, a las respuestas recibidas a las preguntas que uno hace y al contexto de lo que se dice.
4. Debemos hacer partícipe al paciente de las decisiones que tomamos sobre su situación de enfermedad. Hemos pasamos del modelo biomédico en el que se trataba al paciente desde una visión biológica en la que el profesional era el que tomaba decisiones, a un modelo más holístico, en el que el paciente opina y decide sobre su situación y en el que los aspectos biopsicosociales y la familia, se tienen en cuenta.
Como conclusión, decir que debemos ponernos en la situación del paciente y la familia, ser empáticos y comprender lo que viven y experimentan, expresar autenticidad y aprender a escuchar. Considero importante convertirnos en enfermeras asertivas con habilidad para transmitir y recibir mensajes de manera honesta, respetuosa, directa y oportuna. Sólo así llegaremos al éxito en el comportamiento y en la comunicación humana.
“El desafío para los cuidadores ahora es hacerse entender del paciente y entenderle a él, hablar con él en un lenguaje que para ambos tenga sentido, y cuando no haya palabras, encontrar la manera de comunicarse. “
De la Cuesta
BIBLIOGRAFÍA
Aseguinolaza Chopitea L, Tazon Ansola P. Escucha activa. En: Tazon Ansola P, Garcia Campayo J, Aseguinolaza Chopitea L. Relacion y Comunicacion. Coleccion Enfermeria S21. 2ª ed. Madrid: Difusion Avances de Enfermeria (DAE); 2009. p. 138-147.
López Marure E, Vargas León R. La comunicación interpersonal en la relación enfermera-paciente. Rev Enferm IMSS 2002; 10 (2): 93-102.Naranjo Bermúdez IC, Ricaurte García GP. La comunicación con los pacientes. Invest. educ. enferm 2006; 24(1): 94-98.
buena reflexión sobre la comunicación, pero en la práctica diaria cuando intentas llevar a cabo estas ideas:
ResponderEliminar¿Has encontrado alguna dificultad?
¿Que crees que hace que unos profesionales se comuniquen de una forma efectiva con los pacientes y otros no?