viernes, 30 de noviembre de 2012

INTEGRACIÓN ROTATORIO URGENCIAS

En estas prácticas, mi opinión sobre la Enfermería no ha cambiado sino que se ha reforzado. Sigo pensando que la Enfermería es un arte y una ciencia, cuya función es ayudar al individuo sano y enfermo en la realización de aquellas actividades que contribuyan a su salud, recuperación o a una muerte tranquila.
 Además, he comprobado que la enfermera, como dice Virginia Henderson, “es, temporalmente, la conciencia para el inconsciente; el apego a la vida para el suicida, la pierna para el amputado; los ojos para quien acaba de perder la vista; un medio de locomoción para el recién nacido; el conocimiento y la confianza para la joven madre; la voz de los que están demasiado débiles para hablar o se niegan a hacerlo y así sucesivamente”
.
Al inicio de las prácticas me sorprendieron muchas situaciones en las que mis conocimientos teóricos chocaban o se contradecían con las cosas que veía, incluso cuando trabajaba con los distintos enfermeros, cada uno realizaba las cosas de una forma particular. Esto me ha servido para reflexionar en cómo yo quiero ser con los pacientes, en qué tipo de profesional me quiero convertir y de qué manera quiero realizar mis tareas.
En cuanto al funcionamiento del hospital, me ha sorprendido positivamente, pienso que la coordinación de tantas personas es complicado, pero que se funciona bastante bien con herramientas como Selene®, Manchester®, las balas en las que se manda medicación o analíticas, los teléfonos internos…aunque por supuesto, todo es mejorable.
Con respecto a mi relación con los pacientes y su familia, considero que ha sido correcta, respetuosa, cercana y empática. Esto no quiere decir que todos los momentos hayan sido fáciles de sobrellevar o manejar, ya que también me he sentido bloqueada y “tocada” en algunas situaciones complejas: el desánimo de pacientes oncológicos, muerte, enfermedades avanzadas, dolor, familias que sufren…
Gracias a mi tutor y el resto del equipo, he aprendido a controlar y actuar en algunas de estas situaciones (aunque todavía queda mucho por aprender), escuchando y ofertando disponibilidad al paciente y a su familia.
He aprendido algunas habilidades y actitudes como comunicarme con el paciente y su familia, observar (y no sólo mirar) al paciente y a lo que le rodea, trabajar en equipo, resolver conflictos con los miembros del equipo o familiares, admitir críticas e intentar mejorarlas, realizar valoraciones de enfermería, adquirir soltura en diferentes técnicas (gasometrías, vendajes, férulas, canalización de vías, analíticas), mostrar seguridad, priorizar mis actuaciones, registrar las técnicas y cuidados proporcionados; pero también he adquirido conocimientos sobre las distintas patologías y sus signos y síntomas, sobre las distintas pruebas diagnósticas y los cuidados que suponen, he aprendido  y repasado farmacología, las formas de administración de fármacos y  cálculo de dosis.
Mi expectativa principal al principio de las prácticas, era APRENDER de TODO lo que viese: de los enfermeros, de los pacientes, de la relación entre ambos, de las técnicas, de las enfermedades, de las situaciones más o menos complejas, de los familiares, de los cuidados proporcionados, etc. Pero ahora, haciendo balance, me doy cuenta que aparte de haber superado con creces mi objetivo, he aprendido valores como el compañerismo, la humildad, la entrega y el compromiso, el respeto, la prudencia, la afectividad, la empatía y la observación, que me sirven no sólo para formarme como profesional, sino también como persona.

“La Enfermería es un arte y si se pretende que sea un arte, requiere de una devoción tan exclusiva, una preparación tan dura, como el trabajo de un pintor o de un escultor, pero ¿cómo puede compararse la tela muerta o el frío mármol con el tener que trabajar con el cuerpo vivo, el templo del espíritu de Dios? Es una de las Bellas Artes; casi diría, la más bella de todas las Bellas Artes”

Florence Nightingale

martes, 27 de noviembre de 2012

PACIENTE ONCOLÓGICA

Esta es mi última semana y he regresado de nuevo a BOXES. Esta mañana, ha ingresado una paciente de 42 años, que fue intervenida hace unos meses debido a  un cáncer de mama y se le realizó una mastectomía derecha. Hace unos días, recibió su primer ciclo de quimioterapia y ha acudido a urgencias por una diarrea intensa, sentimiento de debilidad y malestar general. Tras 24 horas realizando analíticas, poniendo tratamiento y reevaluando su situación, han detectado que padece neutropenia. Cuando he ido a la habitación, la paciente ha comenzado a llorar y a decirme que toda la situación le venía grande, que tenía un miedo horrible a morir y que después de una complicación, llegaba otra y después, otra, y que no paraban. Entonces, me he sentado con ella y no sé cómo lo he hecho, pero no me he bloqueado y hemos comenzado a hablar. La he explicado, que es normal sentirse cansada después de la quimioterapia porque es un tratamiento agresivo que ataca a las células “malas” pero también a aquellas que son “buenas”; la he explicado que todos los pacientes que reciben quimioterapia también se sienten cansados como ella y que es normal tener subidas y bajadas en el ánimo, y que muchas veces necesitamos llorar, pero eso no significa que seamos débiles. También la he comentado que es muy valiente y es afortunada de estar rodeada y cuidada por sus familiares. A medida que hemos ido hablando y profundizando en las conversaciones, ella ha ido deteniendo el llanto, se ha ido tranquilizando y hemos terminado de la mano. A continuación, se la han llevado a la observación para realizar un aislamiento inverso por su neutropenia. A las 15h, cuando íbamos a cambiarnos para volver a casa, me he pasado por la observación y he golpeado su ventana desde fuera, entonces, me ha mirado, la he saludado con la mano, y nos hemos sonreído.

Pienso que con esa pequeña conservación y con el hecho de ir a observación para decirle “adiós”, he sabido transmitirla un poco de empatía, de interés por su situación, y creo que la he hecho sentir que no está sola. Para mí, ha sido un momento emotivo y delicado, un momento de “conexión” con la paciente, en el que he aprendido un poquito más acerca de la relación terapéutica, el manejo de sentimientos y la comunicación no verbal. Quizás no es  gran cosa para una enfermera experimentada, pero yo me he sentido satisfecha  porque he aprendido realmente lo que significan INTERVENCIONES NIC tan abstractas como ESCUCHA ACTIVA, PRESENCIA,  APOYO EMOCIONAL,DAR ESPERANZA ,etc., que en muchas ocasiones no sabemos cómo pragmatizar.

Finalmente, comentar que tengo una especial sensibilidad con los pacientes oncológicos y muchas veces pienso en cómo puedo conseguir que la muerte (o patologías como el cáncer) no afecten a mi propia emotividad para no sobrecargarme de angustia y tristeza, pero sin dejar de ser empática, comprensiva y humana. ¿Debo implicarme o por el contrario crear una barrera y mantenerme al límite? Frente a esto, he encontrado un fragmento de lectura que me ha servido de ayuda:

“Frente al miedo de la sobreimplicación, la experiencia nos dice que, paradójicamente, cuanto más se implica el profesional menos se quema porque se sitúa ante un sujeto en el que reconoce, signos , síntomas y disfuncionalidades, pero también capacidades, estrategias y valores. Ello provoca  que el encuentro terapéutico sea más intenso y que el profesional salga fortalecido por lo mucho que puede incorporar de la riqueza del otro.”
J. Barbero

viernes, 23 de noviembre de 2012

CRISIS CONVULSIVAS Y ENCARNIZAMIENTO TERAPEÚTICO

Haciendo balance de esta semana en la Observación, he llegado a la conclusión de que la patología más frecuente han sido las CRISIS CONVULSIVAS. Son contracciones musculares que se suceden como consecuencia de descargas eléctricas anormales en las neuronas cerebrales. Pueden ser parciales (afectando solo a una parte del cerebro) o generalizadas (afectación cerebral total), dando lugar a la contracción repentina, violenta, involuntaria y a veces dolorosa de un músculo o de uno o varios grupos musculares. Además, las crisis pueden ser sintomáticas o desencadenadas por un estimulo transitorio que afecte la actividad cerebral (hipertermia, hipoglucemia severa, daño traumático, hemorragias del SNC, infecciones del SNC, efectos de drogas o fármacos o la retirada brusca de los mismos, etc.) o idiopáticas sin relación temporal con un estimulo conocido (epilepsias).

Ante una convulsión hay que actuar rápidamente debido al aumento de la demanda cerebral de oxígeno que supone y al elevado riesgo de lesión que la actividad mecánica puede provocar en el paciente. Es importante frenar la actividad convulsiva cuanto antes, ya que estados convulsivos prolongados pueden provocar hipoxia, shock cardiovascular y parada respiratoria.
Cuando se dan crisis debemos saber identificar que se trata de una crisis convulsiva, permanecer con el paciente en todo momento, observar el tipo de convulsión, el tiempo de duración y sus características (movimientos oculares, automatismos…), valorar estado de conciencia o alteración hemodinámica ,  garantizar la permeabilidad de la vía aérea (por eso tenemos siempre una cánula de Guedel pegada a la cama), administrarle oxígeno y controlar la saturación, no intentar sujetar al paciente (aunque si proteger para evitar lesiones), intentar colocarle en decúbito lateral para evitar la CP: Broncoaspiración y administrar medicación según prescripción médica. Siempre tenemos en la cama 1 ampolla de Diacepam (10mg/2ml) diluida en 8ml de SSF, de este modo, 1 mg corresponde a 1 ml y es más fácil el manejo de la dosis.

Concretamente, me ha llamado la atención el caso de una paciente de 90 años que ingresó por encontrarse en estatus epiléptico debido a una transgresión del tratamiento habitual por parte de su hija y además, por una anemia severa. Como antecedentes presentaba artrosis generalizada, deterioro cognitivo, hipertensión, cardiopatía hipertensiva y enfermedad renal crónica en estadio 3. Pasó 48 horas en la observación. El primer día, se la realizaron pruebas y analíticas, se transfundieron 2 concentrados de hematíes, se la puso como tratamiento ácido valproico, fenitoína y diacepam, pero aún así, las crisis no remitían y cada 15-20 minutos tenía una. Cuando era menor a un minuto, no administraban Diacepam pero cuando sobrepasaba el minuto, se lo administraban. Pasó la noche y la mañana siguiente en coma, con oxígeno al 35%, con  las crisis que no remitían y con 4 o 5 medicaciones pasando continuamente pero sin hacer ningún efecto. Cuando llegó la médico, mi enfermera le comunicó la situación de la paciente. No había ninguna mejoría, de hecho, estaba empeorando a pasos agigantados. Entonces, la médico mandó suspender todos los tratamientos y dejar un suero fisiológico de mantenimiento, pidió una habitación en la planta e informó a la familia de la gravedad de la situación: no le quedaba mucho tiempo de vida.

Con esta situación, me pregunto…¿De qué sirve prolongar un sufrimiento cuando ya no hay posibilidades ciertas de sanar a la persona? ¿Qué sentido tiene prolongar artificialmente una vida cuando ya no hay esperanzas de vida? ¿Cuándo pasamos de un cuidado curativo a uno paliativo? ¿Dónde está el límite? ¿Qué podemos hacer como enfermeras para frenar el encarnizamiento terapéutico?

Cuando se dan estas situaciones, los profesionales tenemos que dar respuesta, no nos sentimos cómodos y nos cuesta trabajo afrontar esta realidad. La muerte y la presencia del dolor y el sufrimiento en la vida del hombre es considerado como un "fracaso de la ciencia" contra la que hay que "luchar" obviando que la misma es la evolución del proceso biológico natural e inevitable del ser humano. Pero lo que debería caracterizar a un buen profesional sería que en todo momento, supiera armonizar dos conductas: cuándo debe poner todo el arsenal terapéutico y tecnología del que dispone al servicio del paciente, para sacarlo hacia adelante y restituirle la salud y cuándo debe decir ¡basta!, cuando la aplicación terapéutica fuese a generar formas indignas de muerte y a vulnerar derechos fundamentales del paciente. El encarnizamiento terapéutico no tiene sentido y no debería entrar en el horizonte de nuestros objetivos.

Como enfermeras, no tutelamos la información del diagnóstico, pronóstico o cancelamos tratamientos farmacológicos, pero formamos parte de los equipos asistenciales, somos pieza clave en ellos y, como tal, debemos ejercer también en este tema nuestra autonomía como profesionales. Hay que ayudar, impulsar e incluso denunciar aquellas acciones que no vayan a favor del paciente (porque es el auténtico protagonista de su enfermedad) y sus preguntas. Hay que conocer las leyes, su ámbito de actuación y sus repercusiones en la práctica cotidiana. Hay que tomar decisiones en función de unos principios y éstos deben ser los adecuados.

BIBLIOGRAFÍA
Protocolo “Cuidados de Enfermería en Crisis Convulsivas”. Hospital General Universitario Gregorio Marañón. Entrada en vigor: 01-05-2006. Disponible en:
http://www.madrid.org/cs/Satellite?blobcol=urldata&blobheader=application%2Fpdf&blobheadername1=Content-disposition&blobheadername2=cadena&blobheadervalue1=filename%3DCuidados+de+enfermer%C3%ADa+en+crisis+convulsivas.pdf&blobheadervalue2=language%3Des%26site%3DHospitalGregorioMaranon&blobkey=id&blobtable=MungoBlobs&blobwhere=1271685144717&ssbinary=true

miércoles, 21 de noviembre de 2012

TORACOCENTESIS DIAGNÓSTICA

Esta mañana ha ingresado a la observación una mujer de 52 años por disnea progresiva desde hace 3 días y que refiere dolor torácico pelurítico izquierdo. Como antecedentes personales presenta adenocarcinoma de pulmón en estadio IV, hemicolectomía izquierda por adenocarcinoma de colón, hepatitis en la infancia y el 8 de octubre ingresó por neumonía. Como exploraciones complementarias han solicitado un electrocardiograma, una Rx de tórax, hemograma, coagulación y gasometría arterial basal.
Revisando los valores de la analítica, el valor que más me ha llamado la atención es el de la proteína C reactiva ya que sus valores normales son entre 0-5 mg/L pero en esta paciente el valor era de 116,10 mg/L. Se trata de una proteína plasmática circulante, que aumenta sus niveles en respuesta a la inflamación. Los leucocitos y los neutrófilos también se encontraban elevados. Con la placa de tórax, han observado la presencia de líquido (posiblemente pus) en el espacio pleural y han decidido realizar una TORACOCENTESIS DIAGNÓSTICA para analizar con una Bioquímica y un pH el líquido acumulado.
Esta prueba consiste en una punción pleural que se realiza con la finalidad de extraer líquido de la cavidad pleural, tanto con fines diagnósticos (toracocentesis diagnóstica) como terapéuticos (toracocentesis terapéutica). La punción pleural se realiza atravesando la pared torácica hasta llegar a la cavidad pleural y por eso se considera una punción transtorácica.
Nunca había visto la realización de esta prueba, pero he sido la encargada de asistir al médico. Lo primero que he realizado ha sido la preparación del material: Guantes estériles, gasas estériles, Lidocaína 1%, aguja subcutánea, aguja de cargar, Povidona iodada, Catéter 18G sin sistema de bioseguridad, jeringas de 5cc y 10cc, llave de 3 pasos, tubo de bioquímica y de gasometría, apósito estéril.
Hemos colocado al paciente sentado al borde de la cama con los brazos apoyados sobre una mesa.

El médico ha comenzado a explicarle la prueba y en este momento he detectado en la paciente por sus informes de sentirse asustada  y de inquietud el diagnóstico de enfermería Temor (respuesta a la percepción de una amenaza que se reconoce conscientemente como un peligro) relacionado con procedimientos hospitalarios y falta de familiaridad con la experiencia. Las 2 intervenciones NIC que podría realizar la enfermera son:

1.       Disminución de la ansiedad con las siguientes actividades:
ü  Utilizar un enfoque sereno que de seguridad.
ü  Explicar todos los procedimientos, incluyendo las posibles sensaciones que se han de experimentar durante el procedimiento.
ü  Tratar de comprender la perspectiva del paciente sobre una situación estresante.
ü  Escuchar con atención.
2.      Presencia con las siguientes actividades:
ü  Comunicar oralmente simpatía o comprensión por la experiencia que está pasando el paciente.
ü  Permanecer con el paciente para fomentar seguridad y disminuir miedos.
ü  Establecer contacto físico con el paciente para expresar la consideración si resulta oportuno.

La médico ha confirmado el nivel del líquido por matidez a la percusión y auscultando con el fonendoscopio mientras la paciente decía “carretera”. A continuación, he preparado la zona pintándola con gasas estériles y povidona iodada, la médico ha infiltrado anestesia local apoyándose en el borde superior de la costilla y llegando hasta la pleura (frecuentemente se siente un pequeño chasquido o una falta de resistencia) y seguidamente, ha introducido el catéter a nivel subescapular. Es importante no introducirlo más abajo del octavo espacio intercostal  por el riesgo de lesionar vísceras intraabdominales, y nunca por debajo del borde inferior de la costilla, por riesgo de lesión del paquete vasculonervioso intercostal.
En cuanto a las complicaciones potenciales, la toracocentesis es una técnica que apenas tiene cuando es realizado por médicos con experiencia. No presenta grandes dificultades y tiene una buena rentabilidad tanto diagnóstica como terapéutica. El mayor riesgo es la producción de un neumotórax y también puede haber hemorragias que no suelen ser importantes. Por tanto, debemos vigilar constantes (TA, Saturación de O2 y frecuencia respiratoria) para poder detectar posibles complicaciones.
 
BIBLIOGRAFÍA
North American Nursing Diagnosis Association (NANDA). Diagnósticos Enfermeros: Definiciones y Clasificación 2009-2011. Barcelona: Elsevier, 2009.
Bulechek GM, McCloskey J. Clasificación de Intervenciones de Enfermería. 5ª edición. Madrid: Mosby, 2009.


lunes, 19 de noviembre de 2012

IMPORTANCIA DE LA OBSERVACIÓN

Esta mañana ha comenzado mi rotación por la OBSERVACIÓN. Está situada en la parte más profunda de la Urgencia, cerca del Laboratorio y de la UCI. El control de enfermería se encuentra en el centro de la estancia, con forma de media luna para tener una buena visibilidad de los pacientes, ya que la mayoría de ellos requieren una estrecha vigilancia. Hay 20 camas que rodean el control, de éstas, 4 son de aislamiento (aunque también se usan para pacientes graves u oncológicos) y una para pacientes psiquiátricos.
En cuanto al personal, hay 2 enfermeras, 2 médicos, 2 auxiliares de enfermería y 2 celadores. En cuanto al material, hay 2 carros con material para la vía venosa (catéteres, tubos de analítica, tapones, alargaderas), vía aérea (gafas nasales, Ventimask®, mascarilla de aerosoles), sondas, material estéril, etc. También hay una sala de medicación, dónde se dividen los fármacos por orden alfabético en oral, intravenosos, antibióticos, heparinas, sueros para diluir; un carro de paradas con desfibrilador; un pequeño almacén; un cuarto de sucio.
El tipo de paciente que suele ingresar en esta zona son pacientes con dolor torácico típico de reciente comienzo (con antecedentes cardiológicos), hemorragias digestivas altas confirmadas, rectorragias, intoxicaciones medicamentosas, ascitis, reagudizaciones de EPOC con Sat de O2 menores de 80%, crisis comiciales, hipoglucemias en pacientes insulinodependientes, taquicardias con FA conocidas, hiperglucemias con malestar general, crisis asmáticas con broncoespasmos severos y anemias confirmadas que necesiten transfusión.
Lo que suelen hacer las enfermeras al ingreso es una valoración por necesidades, toma de constantes, monitorización (especialmente a aquellos con problemas cardiacos), canalización de vía, extracción de analítica sanguínea, electrocardiograma y administración del tratamiento pautado.
Las diferencias que he encontrado con respecto a Boxes es que hay más personal, la vigilancia es más estrecha ya que son pacientes con una mayor gravedad, la familia no acompaña continuamente al enfermo, sino q hay unos horarios establecidos de visitas (11-11.30, 13.30-14.00, 20.30-21.00), muchos de los pacientes se encuentran monitorizados y el ambiente es más tranquilo (al menos hoy, que sólo hemos tenido 3 pacientes).
Como he dicho, no he tenido ninguna situación novedosa o impactante, pero me he preguntado algunas cosas, como…¿Qué es observar? ¿Por qué observamos? ¿Qué importancia tiene la observación para las enfermeras?
Pues bien, observar consiste en el uso de los sentidos para adquirir información sobre el paciente, sus familiares, el entorno y las interacciones entre estas tres variables. Es una habilidad que exige disciplina, práctica y una amplia base de conocimientos. La observación no es un fin en sí misma, pero sí un medio indispensable para proporcionar cuidados de calidad. Son varios los objetivos que nos proponemos con la observación, entre ellos, precisar las necesidades y los problemas del enfermo con el fin de desarrollar un plan de cuidados adecuado; ayudar a establecer un diagnóstico, un tratamiento, etc.; darnos cuenta de la eficacia (o ineficacia) del tratamiento prescrito; recoger información del paciente para después compartirla con los otros miembros del equipo; prevenir las complicaciones y sus secuelas con el fin de observar los signos de la enfermedad; observar a la persona enferma, para detectar la necesidad de expresar lo que ella vive, siente y experimenta; Verificar en la comunicación si lo que nos dice de forma verbal se corresponde con su comunicación no verbal, etc.
A lo largo de mis diferentes rotatorios, he ido aprendiendo más sobre la valoración continua del paciente y he ido desarrollando mi capacidad de observarles de  una forma más global (al paciente con su enfermedad, dentro de su situación concreta, con su familia, con sus valores, etc.). Por ejemplo, al inicio de mis prácticas en 2º curso, cuando iba a dar la medicación al paciente, iba le explicaba la medicación y me iba. Ahora, después de diferentes rotatorios,  cuando llevo la medicación, además de explicarles qué llevo y cómo deben tomarlo, me fijo en la oxigenoterapia, en cómo está su vía, en si está acompañado o no, pregunto si ha dormido bien, percibo si se encuentra nervioso o si tiene dolor, busco síntomas que me alerten por alguna complicación, etc.
Finalmente, hay una cita de Florence Nightingale, que en mi opinión resume de una forma muy clara hasta qué punto es importante la observación para ENFERMERÍA:
“La lección práctica más importante que puede dárseles a las enfermeras es enseñarles qué observar, cómo observar, qué síntomas indican progreso en el curso de la enfermedad, cuáles el reverso, cuáles son importantes, cuáles no lo son, cuál es la evidencia de un cuidado de enfermería negligente y qué tipo de negligencia. Pero si usted no puede obtener el hábito de la observación, por una vía u otra, sería mejor que dejara la enfermería, para la cual no ha sido llamada, por muy bondadosa y sensible que usted sea”.

jueves, 15 de noviembre de 2012

SOBRECARGA DEL CUIDADOR

Esta mañana, hemos tenido un paciente de 75 años que llevaba ingresado desde ayer por una retención urinaria aguda. Además, tiene Alzheimer avanzado, le alimenta su mujer a través de una sonda de gastrostomía, es portador de sondaje vesical, está encamado y es totalmente dependiente para todas las ABVDs. Cuando hemos ido a las 10h a darle su medicación y administrar la nutrición enteral, me he encontrado con una cuidadora agotada, sin haber podido dormir, sin comer desde el día anterior porque no puede dejar a su marido sólo porque intenta arrancarse las sondas y la vía o tirarse de la cama, con edemas en los pies y sin haber podido salir de la habitación ni un segundo para despejarse o tomar un café. Por eso, la hemos dicho que se fuese un rato a tomar un café o dar un paseo mientras le administrábamos la medicación y la alimentación.
El aumento de la esperanza de vida en los países industrializados está produciendo un aumento de la población anciana en los mismos y esta población se caracteriza por sufrir un aumento de las patologías crónicas (osteoartrosis, insuficiencia cardiaca, Alzheimer, etc.) lo que conlleva un declive físico y psíquico que condiciona su capacidad funcional, siendo cada vez mayor el número de personas que precisan de cuidados.
Gran parte de los cuidados precisados por estas personas recaen sobre los denominados cuidadores informales, entre los que destacan los cuidados prestados por la familia, que es el principal proveedor de cuidados de salud. Así, la labor de los cuidadores informales contribuye al mantenimiento de las personas en su entorno social, disminuyendo la utilización de recursos formales y demorando o evitando el ingreso en instituciones.
Esta situación vivida, me ha hecho darme cuenta de que la presencia de un miembro dependiente, genera una nueva situación familiar que puede provocar importantes cambios dentro de la estructura familiar y en los roles y patrones de conducta de sus integrantes. Estos cambios pueden precipitar en una crisis que pone en peligro la estabilidad de la familia, pudiendo afectar a todos sus componentes, especialmente al cuidador principal, que es el miembro de la familia que soporta la mayor parte de la sobrecarga física y emocional de los cuidados.
La sobrecarga que soporta el cuidador, una vez superados los recursos disponibles, puede repercutir de forma negativa sobre su salud, destacando por su frecuencia las referidas al malestar psíquico (principalmente ansiedad y depresión), aunque también se han descrito repercusiones importantes en otras esferas como la salud física, el aislamiento social, la falta de tiempo libre, la calidad de vida o el deterioro de la situación económica, dando lugar a lo que algunos autores han denominado síndrome del cuidador.
Considero fundamental el papel enfermero en la detección de éstos cuidadores que necesitan ayuda profesional, en la realización de distintas intervenciones encaminadas a mejorar los cuidados de los pacientes y en la aportación de estrategias que permitan al cuidador afrontarla situación. Pero…¿Qué intervenciones concretas puede realizar el personal de Enfermería?
1.-Proporcionar información
Debemos proporcionar formación e información a la persona que cuida. Son actividades importantes para las enfermeras, a las que dedican tiempo y de las que se hace una valoración positiva de los resultados. Incluye conocimientos e información sobre la enfermedad, higiene de una persona encamada, cambios posturales, dieta adecuada a sus condiciones, medidas preventivas y de seguridad, etc.
2.- Fomentar una adecuada comunicación
Respecto a la comunicación con los cuidadores, las enfermeras son conscientes de su importancia y de la necesidad que aquéllos tienen de hablar, resolver sus dudas, ser escuchados. Así, las enfermeras deben poseer competencias y actitudes para facilitar la comunicación: disponibilidad, escucha, apoyo psicológico, etc.
3.- Crear una relación entre enfermera-cuidador de confianza
Las relaciones interpersonales entre el profesional de enfermería y los cuidadores se basan en una buena comunicación para permitir que el cuidador se sienta a gusto para contar sus dudas y temores. Los factores que más influyen en estas relaciones son: la duración y continuidad en los cuidados, la implicación de la familia, la motivación del cuidador y las diferencias entre medio urbano y rural.
4.- Captar las necesidades del cuidador
Las enfermeras son conscientes de la sobrecarga que supone para la mayoría de los cuidadores/as la labor de cuidado y de la soledad a la que muchas veces se enfrentan. Por lo que hay que tener cierta sensibilidad para detectar los problemas de salud de la persona que cuida. Es importante explicar al cuidador la importancia de mantener su propia salud para poder así cuidar a su familiar, aconsejarle que debe poner límites al cuidado que presta y debe descansar de forma adecuada, hacer ejercicio, evitar el aislamiento y seguir manteniendo relaciones sociales, ya que compartiendo sentimientos y emociones puede ayudarle a sí mismo, animarle a mantener sus aficiones, orientarle a cómo planificar el tiempo y proporcionarle información sobre grupos o asociaciones de cuidadores.
5.- Gestión de recursos y apoyos de otros profesionales
Para acceder a los recursos para la atención de dependientes y para paliar la escasez de éstos, las enfermeras intervienen de diversas formas y en relación con diversas instituciones y organizaciones. Por ejemplo, con la Ley de Dependencia se ha instaurado el Sistema de Autonomía y Atención a la Dependencia (SAAD), que articula el funcionamiento del sistema
en territorio nacional y estandariza la protección ante la dependencia que prestan las Comunidades Autónomas bajo este mismo sistema. El sistema, comprende un catálogo de servicios y prestaciones que serán provistos a los beneficiarios en función del grado de intensidad de su situación de dependencia. Adjunto una Guía Básica de recursos para cuidadoras y cuidadores familiares. 
Finalmente, comentar que la cuidadora principal debería ser considerada objeto del trabajo de las enfermeras para paliar la sobrecarga que supone la labor de cuidado, detectar problemas e incidir en ellos en la medida de lo posible. Nuestro objetivo principal es enseñar al cuidador que debe APRENDER A CUIDAR CUIDÁNDOSE, para poder llevar una vida satisfactoria, en la que se cubran todas sus necesidades y las de su familiar, y en la que no esté presente el estrés y la pérdida de control.
BIBLIOGRAFÍA
López Gil MJ, Orueta Sánchez R, Gómez-Caro S, Sánchez Oropesa A, Carmona de la Morena J, Alonso Moreno FJ. El rol de Cuidador de personas dependientes y sus repercusiones sobre su Calidad de Vida y su Salud. Rev Clin Med Fam 2009 ;  2(7): 332-339. Disponible en: http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1699-695X2009000200004&lng=es. 
Torres Egea MP, Ballesteros Pérez E, Sánchez Castillo PD. Programas e intervenciones de apoyo a los cuidadores informales en España. Gerokomos  2008; 19(1): 9-15. Disponible en: http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1134-928X2008000100002&lng=es. 
Delicado Useros MV, Candel Parra E, Alfaro Espín A, López Máñez M, García Borge C. Interacción de enfermería y cuidadoras informales de personas dependientes.Aten Primaria 2004;33(4):193-9. Disponible en: http://www.elsevier.es/sites/default/files/elsevier/pdf/27/27v33n04a13058766pdf001.pdf

martes, 13 de noviembre de 2012

COMUNICACIÓN EFICAZ PROFESIONAL-PACIENTE

Hoy ha llegado un paciente a Boxes por un síndrome vertiginoso. El médico ha ido a explorarle y nos ha dicho si podíamos ir con él para tomarle la TA y realizar un ECG. Cuando hemos llegado, el médico ha comenzado la exploración y le ha preguntado sobre los vértigos, cuándo se acentuaban, cuando desaparecían, qué más síntomas tenía asociados, qué cosas le impedían realizar los vértigos, si tenía dolor en las cervicales, etc. Ha analizado su electrocardiograma y su tensión y a continuación, le ha ido explicando  qué patologías podían ser compatibles con los síntomas y cuáles descartaba por ausencia de síntomas, ayudándose de fotos con una tablet. Pero no sólo hablaba, sino que escuchaba con atención a la familia y al paciente y resolvía las dudas que les iban surgiendo. Finalmente, el médico les ha comentado que él considera innecesario su ingreso en la urgencia porque estaba más relacionado con su cuadro catarral que con otra patología, pero no ha dado por definitiva esta decisión suya, sino que ha preguntado al paciente y a la familia qué pensaban ellos, si lo veían bien o preferían que ingresase para observar la evolución. De esta situación he podido extraer varias cosas:
1.     La comunicación es una herramienta terapéutica fundamental.
La comunicación es un proceso delicado y complicado mediante el cual nos podemos entender para vivir con los demás, así como solucionar conflictos con los semejantes y con uno mismo. En el caso de la comunicación interpersonal esto significa conectarse con otra persona en un nivel emocional, y no sólo en un nivel intelectual. A veces, de tanto ver cosas se nos olvida mirar y de tanto oír voces y ruidos diferentes se nos olvida escucharlos. Hoy en día, con sólo observar a los pacientes es posible darnos cuenta que, en muchas ocasiones, el hospital resulta un lugar hostil,  donde los pacientes se encuentran solos, asustados, con miedo, necesitan de manera imperante comunicarse con los demás. En este sentido, la enfermera es un punto fundamental en la recuperación de la salud del paciente, al sentirse más confiado, puede colaborar más efectivamente en su recuperación.  Además, comunicarnos con los pacientes y las familias de forma personalizada y proporcionando información, va a hacer que descienda su impaciencia, su incertidumbre y su ansiedad, tan comunes en las urgencias hospitalarias.
Por lo anterior y dada la importancia de la comunicación interpersonal en la relación enfermera-paciente, la enfermera debe agudizar sus sentidos, desarrollar su capacidad de escuchar, y de observar la comunicación no verbal y el lenguaje emocional del paciente.

2.     Un lenguaje sencillo ayuda a clarificar los síntomas y profundizar en la esfera psicológica. Se logra una mejor comunicación cuando se tiene la capacidad de seleccionar las palabras correctas. Esto requiere  un amplio vocabulario que se pueda usar apropiadamente de acuerdo con cada situación, ya que no se debe hablar del mismo modo a un paciente oncológico, que a un niño, que a pacientes con nivel sociocultural bajo, que a una persona mayor o que a los compañeros de trabajo. Los tecnicismos pueden ser una herramienta excelente al hablar entre personas que comparten las mismas actividades, pero no podemos olvidar que hay palabras que suenan extrañas a personas que no las conocen.
 “ No entiendes realmente algo a menos que seas capaz de contárselo a tu abuela”.
Albert Einstein

3.       Uno de los aspectos más influyentes en la mejora de la comunicación es el desarrollo de los hábitos de escucha.
Escuchando se establece un ambiente de confianza, ya que la persona que habla se sentirá a gusto con quien le deja hablar y le escucha atentamente. También al escuchar se ayuda a la otra persona a entender mejor su situación. Dar a una persona la oportunidad de hablar de su enfermedad puede clarificar sus ideas acerca de la misma si son erróneas, a la vez que le proporciona una necesaria descarga emocional.
Además, ayuda a entender mejor la situación del otro porque se pueden descubrir las expectativas y creencias del paciente, pudiendo ayudarle a reconvertir las mismas y ganando así seguridad en la propia posición.
Si se escucha a los demás, se favorece su cooperación. Cuando un paciente ve que la enfermera se muestra realmente interesada por él y por sus preocupaciones, ideas y opiniones, la respetará y, en consecuencia, se mostrará cooperativo.
También ayuda a resolver las diferencias de criterio. No se puede estar de acuerdo o en desacuerdo con otra persona si no se conoce su punto de vista. El profesional no puede establecer un plan de cuidados si no sabe la situación del paciente y lo que éste opina sobre la misma. Sólo cuando se consigue un entendimiento mutuo se pueden buscar soluciones en común.
Escuchar reduce la tensión. Dar al paciente la oportunidad de expresar su opinión o sus preocupaciones ayuda a disminuir la tensión interna y hostilidad producida por la situación en la que se encuentra.
Y por último, al escuchar, se aprende. A veces parece que los profesionales no tienen nada que aprender de los pacientes, sin embargo, se puede conocer mucho acerca de la enfermedad y de la vivencia que la persona tiene de su enfermedad, sobre todo si se atiende al significado de las palabras, a los hechos que se ocultan tras las palabras, a las respuestas recibidas a las preguntas que uno hace y al contexto de lo que se dice.

4.      Debemos hacer partícipe al paciente de las decisiones que tomamos sobre su situación de enfermedad. Hemos pasamos del modelo biomédico  en el que se trataba al paciente desde una visión biológica en la que el profesional era el que tomaba decisiones, a un modelo más holístico, en el que el paciente opina y decide sobre su situación y en el que los aspectos biopsicosociales y la familia, se tienen en cuenta.
Como conclusión, decir que debemos ponernos en la situación del paciente y la familia, ser empáticos y comprender lo que viven y experimentan, expresar autenticidad y aprender a escuchar. Considero importante convertirnos en enfermeras asertivas con  habilidad para transmitir y recibir mensajes de manera honesta, respetuosa, directa y oportuna. Sólo así llegaremos al éxito en el comportamiento y en la comunicación humana.

“El desafío para los cuidadores ahora es hacerse entender del paciente  y entenderle a él, hablar con él en un lenguaje que para ambos tenga sentido, y cuando no haya palabras,  encontrar la manera de comunicarse. “
De la Cuesta

BIBLIOGRAFÍA
Aseguinolaza Chopitea L, Tazon Ansola P. Escucha activa. En: Tazon Ansola P, Garcia Campayo J, Aseguinolaza Chopitea L. Relacion y Comunicacion. Coleccion Enfermeria S21. 2ª ed. Madrid: Difusion Avances de Enfermeria (DAE); 2009. p. 138-147.
López Marure E, Vargas León R. La comunicación interpersonal en la relación enfermera-paciente. Rev Enferm IMSS 2002; 10 (2): 93-102.Naranjo Bermúdez IC, Ricaurte García GP. La comunicación con los pacientes. Invest. educ. enferm 2006; 24(1): 94-98.

lunes, 12 de noviembre de 2012

AISLAMIENTOS E INFECCIONES NOSOCOMIALES

Esta mañana hemos tenido ingresado a un paciente de 39 años que acudió a Urgencias el día anterior por fiebre y un exantema pruriginoso desde hacía un día y medio. El exantema alterna lesiones papulosas y vesículas con diseminación generalizada de predominio en cuero cabelludo, cara, tronco y en menor medida, extremidades. Refiere que ha viajado a Marruecos hace una semana. En este viaje refiere que coincidió con un niño con varicela. Tras una analítica sanguínea, un radiografía de tórax y una exploración exhaustiva, han visto que su situación es compatible con VARICELA. Le han pautado Paracetamol para la fiebre e Hidroxizina (Atarax®) si presenta picor, y le han colocado en un Box de Aislamiento.
La varicela está producida por el virus varicela-zóster, que es uno de los ocho herpesvirus conocidos que producen infección humana. Tiene una distribución mundial. La primo-infección produce varicela en los individuos susceptibles. Los niños sufren la enfermedad de forma más suave que los adultos o inmunocomprometidos. Es altamente contagiosa, tras un caso familiar, más de un 90% de los individuos susceptibles enferman. La transmisión es aérea, por gotas tipo aerosol (<5µ) a partir de las secreciones nasofaríngeas, por eso ha sido necesario un AISLAMIENTO AÉREO. Las medidas que se adoptan son:
-          HABITACIÓN INDIVIDUAL. La puerta debe permanecer cerrada y con el flujo de aire hacia el exterior, no hacia el pasillo (presión negativa) siempre que sea posible.
-          MASCARILLA (alta eficiencia N95): deben ser usadas por toda persona que entre en la habitación. Los pacientes deberán utilizarla si son llevados fuera de su habitación al igual que los acompañantes dentro de la habitación.
-          GUANTES Y BATA: se deben utilizar cuando puede existir contacto con secreciones respiratorias o instrumentos contaminados con secreciones respiratorias. Deberán ser desechadas después de cada uso.
-          LAVADO DE MANOS
-          OBJETOS CONTAMINADOS: deberán ser colocados en bolsas plásticas o bateas para sacarlos de la habitación y proceder a su procesamiento (limpieza, desinfección, esterilización, desecho, etc.).
Menos frecuente es el contagio por el contenido de las vesículas, pero por ello también se utiliza el AISLAMIENTO DE CONTACTO que incluye las siguientes medidas:
-          HABITACIÓN INDIVIDUAL o compartida con otro paciente infectado con el mismo germen.
-          Los profesionales deben usar GUANTES cuando entran en la habitación. Deberán ser cambiados tras la atención del paciente y siempre que se manipule material conteniendo altas concentraciones de microorganismos. Mientras permanece aún en la habitación, el profesional debe quitarse sus guantes y lavar sus manos con un antiséptico. Debe tratar de no contaminar sus manos antes de salir de la habitación.
-          Deberá usar BATA si entra en contacto cercano con el paciente o el medio ambiente cercano al paciente. También cuando existe riesgo incrementado de contacto con material potencialmente infectado. Deberá quitarse la bata dentro de la habitación de aislamiento, evitando contaminar su ropa antes de abandonar el cuarto.
-          En caso de necesidad de compartir MATERIAL no fungible (sillas, estetoscopios…) deberán ser LAVADOS Y DESINFECTADOS. Los pacientes no deben abandonar su cuarto o hacerlo excepcionalmente.
 
Antes de entrar a la habitación, he preparado todo el material necesario (termómetro, máquina para tomar la TA y un Paracetamol), me he lavado las manos y me he puesto mascarilla y guantes, de esta forma, he agrupado todos los cuidados que debíamos realizar para entrar lo estrictamente necesario y evitar riesgos de contagio.
El control de la infección hospitalaria es responsabilidad de todos. Pero, el papel de la enfermera es fundamental, en prevención y el control de infecciones, ya que interviene en el 80% de las acciones, procedimientos y técnicas que se realizan directa ó indirectamente con los pacientes. Por tanto, es importante ser cuidadosos y cumplir con las medidas que se toman, como desechar el material utilizado en el contenedor que se encuentra dentro de la habitación, desinfectar el material que no pueda desecharse, lavarnos las manos al salir de la habitación, etc., ya que nosotros SOMOS UN VEHÍCULO DE TRANSMISIÓN de infecciones desde el paciente portador a pacientes susceptibles. La transmisión a otros pacientes, va a implicar que aumente la gravedad de estos pacientes, que empeore su pronóstico, que se prolonguen las estancias hospitalarias, un mayor esfuerzo asistencial, más carga de trabajo, más consumo de recursos (más coste asistencial), e incluso, puede aumentar la mortalidad.
La HIGIENE DE MANOS, mediante el lavado correcto y el uso adecuado de guantes, es una medida imprescindible para evitar la transmisión de infecciones. Lo que me resulta curioso de esto, es que estudiemos y trabajemos con la motivación de cuidar, ayudar y proteger de la enfermedad a la comunidad y no realicemos acciones tan simples como un lavado de manos o un correcto uso de guantes. Por eso, aunque nos bombardean continuamente con charlas, seminarios, programas, clases y folletos sobre este tema, pienso que nunca está de más, y que debemos integrarlo de tal forma que nos salga de forma automática.

Finalmente, al salir de la habitación, me he preguntado cómo debe sentirse el paciente ya que no ha tenido visitas, apenas entran profesionales, y aquellos  que entran, lo hacen protegidos y tomando medidas. Pienso que es importante no descuidar nuestra actitud con estos pacientes y tener presente que necesitan las mismas atenciones que el resto, incluso, atenciones más específicas y mayores. Además, también considero fundamental explicarles cuál es la finalidad y los motivos del aislamiento, para intentar evitar sentimientos de culpabilidad o angustia.

“Uds. deben ser capaces de ver con los ojos de la mente los gérmenes, de forma tan diferenciada como vemos moscas u otros insectos con el ojo corporal. Si uds. pueden verlos realmente en esta forma diferenciada con su ojo intelectual, pueden tomar medidas contra ellos, si no los ven, están expuestos constantemente a relajarse en sus precauciones.”
Joseph Lister
BIBLIOGRAFÍA
Martínez Ortega MC. Guía de aislamiento para pacientes con infecciones transmisibles. Edición resumida. Asturias: Conserjería de Salud y Servicios Sanitarios. Disponible en: http://www.hca.es/huca/web/contenidos/servicios/dirmedica/almacen/preventiva/Gu%C3%ADa%20aislamiento%20Resumida.pdf

viernes, 9 de noviembre de 2012

ANESTESIA:TIPOS Y COMPLICACIONES

Esta mañana, hemos vuelto a tener un seminario, esta vez sobre Anestesiología. Quizá no es tan útil en Boxes, pero sí necesitamos cierta agilidad en el manejo de éstos fármacos (cálculo de dosis, indicaciones y efectos adversos)  porque en Críticos o en la Observación sí que se podrían utilizar para una intubación de urgencia, por ejemplo. También, el uso de los anestésicos locales puede ser importante en la urgencia de Cirugía, cuando hay que suturar ciertos cortes. Por tanto, adjunto un resumen de lo más importante:
La ANESTESIA es el bloqueo de la sensibilidad táctil y dolorosa con pérdida o no de la conciencia. El objetivo principal es la eliminación del DOLOR.
CLASIFICACIÓN:
Ø  ANESTESIA GENERAL
-          Inhalatoria
-          IV
Ø  ANESTESIA REGIONAL
-          Bloqueo Medular
§  Raquídea
§  Epidural
-          Bloqueo de los Nervios Periféricos: anestesia de plexos
-          Terminaciones nerviosas: Tópica o Local
ANESTESIA GENERAL
Afecta a todo el cuerpo y hay pérdida de conciencia. Produce efectos positivos: hipnosis, amnesia, analgesia, relajación muscular y reducción de los reflejos; pero también negativos: apnea.
1.       Vía Inhalatoria: el fármaco accede al torrente sanguíneo a través de los pulmones. Lo hace a través de los respiradores mecánicos con un dispositivo denominado AnaConDa®. Consiste en un vaporizador que se pone en lugar del filtro entre el respirador y el paciente para pulverizar el fármaco. La vida media es corta, lo que permite una extubación precoz.
2.      IV: el fármaco accede directamente a la sangre. Los más usados son el Propofol, Fentanilo y Rocuronio.
En ambas vías el fármaco actúa sobre el Sistema Nervioso (cerebro y médula espinal).
Componentes de la Anestesia General:
1.       Analgésicos Opioides: eliminan el dolor de la cirugía. Morfina, Fentanilo (efecto x100), Remifentanilo (efecto x2). El antídoto es la Naloxona (bolos cada 2 minutos).
2.      Hipnóticos o Sedantes: Propofol (para inicio y mantenimiento de sedación en pacientes hemodinámicamente estables), Etomidato (en pacientes hemodinámicamente inestables), Ketamina (en alérgicos al huevo y soja, puede ser IV o IM), Midazolam (es una benzodiacepina que actúa como hipnótico a dosis altas). El antagonista de las benzodiacepinas es el Flumazenilo y se administra en bolo.
3.       Relajantes Musculares: Los Despolarizantes producen primero una contracción y luego una relajación mantenida. Tenemos la Succinilcolina (Anectine®) que se conserva en nevera y se utiliza en la intubación de urgencia. Los No Despolarizantes relajan sin previa contracción. Tenemos el Rocuronio (nevera), Cisatracurio (nevera) y Vecuronio (no nevera). La Neostigmina revierte los no desporalizantes y el Sugammadex es un fármaco nuevo que revierte el Rocuronio y Vecuronio.
La Anestesia General requiere control de constantes (FC, ECG, FR, TA y Sat. O2).
El monitor BIS® nos indica el nivel de sedación mediante la aplicación de un sensor sobre la frente que nos dice un nivel del 0 al 100, siendo 0 una anestesia profunda y 100 totalmente despierto.
La medicación auxiliar que se utiliza en la Anestesia General es:
-          CATECOLAMINAS
§  Noradrenalina en hipotensión severa.
§  Dopamina en hipotensión sin hipovolemia.
§  Dobutamina para insuficiencias cardiacas (IC).
§  El Levosimendan es un fármaco nuevo, utilizado como la Dobutamina.
§  Adrenalina: de elección en RCP y en IC.
§  Atropina: aumenta FC. Se utiliza en bradicardia y asistolia.
§  Efefrina: aumenta TA. Se utiliza en hipotensión cuando la FC baja.
§  Fenilefrina: aumenta TA. Se utiliza en hipotensión cuando la FC es normal o alta.
-          VASODILATADORES
§  Nitroglicerina en IAM.
§  Labetamol y Uradipilo producen vasodilatación arterial en hipertensión.
-          ANTIARRÍTMICOS: Amiodarona, Lidocaína, Atropina.
-          DIURÉTICOS: Furosemida.
-          CORTICOIDES: Hidrocortisona en broncoespasmo y Metilprednisolona como antiinflamatorio.
Complicaciones de la Anestesia General:
-          Respiratorias:
§  Obstrucción de la vía aérea por caída de la lengua (poner Guedel), edema de laringe por la intubación o laringospasmo.
§  Hipoventilación por depresión del centro respiratorio (estimulación excesiva o Flumacenilo) o por relajación del diafragma (administración Neostigmina o Sugammadex).
§  Neumotórx/Hemotórax por la intervención quirúrgica o por un barotrauma por VM (tratamiento: drenaje con tubo de tórax).
§  Atelectasias por acúmulo de secreciones.
§  Broncoaspiración de contenido gástrico (SNG en VM).
-          Cardiovasculares:
§  HTA por dolor (poner analgesia) o retención urinaria (SV).
§  hTA (más frecuente) por hipovolemia (sueros), hemorragia (concentrados de hematíes) o IC (administrar Dobutamina).
§  Arritmias que disminuyen el gasto cardiaco y puede producir PCR.
§  IAM.
§  PCR.
-          Del Sistema Nervioso Central:
§  Excitación o agitación por el dolor, hipoxemia o hipercapnia, deshidratación o retención urinaria.
§  Retrasos al despertar por sobredosis de anestesia (antídoto), hipoglucemia (suero glucosado) o hiperventilación.
§  Hipotermia.
-          Otras:
§  Náuseas y vómitos por opiáceos (administración de antieméticos).
§  Reacción anafiláctica (administración de adrenalina y corticoides).
ANESTESIA REGIONAL
Se limita a una zona del cuerpo. El bloqueo es selectivo y reversible. La conciencia y la respiración espontánea están mantenidas. La Anestesia Regional + Anestesia General se denomina Anestesia Combinada.
1.       Bloqueo Medular
§  Raquídea o Subaracnoidea. Administración de dosis única de anestésico (no se deja catéter) en el espacio subaracnoideo a la altura de L3/L4.
ü  Bloqueo alto (hasta T4): intervención abdomen superior. Riesgo bloqueo diafragma.
ü  Bloqueo medio (hasta T8): intervención abdomen inferior. En cirugías de ginecología y urología.
ü  Bloqueo Bajo (hasta L1): intervención de MMII. En cirugía de traumatología y vascular de MMII.
ü  Bloqueo en silla de montar (hasta L5) para la zona genital y anal.
§  Epidural. Administración en espacio epidural en inyección única o continua (se deja catéter) a la altura L3/L4. Utilizada en cirugía de zona abdominal y MMII que requiere analgesia postoperatoria. Se utiliza como anestésico local la Bupivacaína. Para comprobar la correcta colocación del catéter no debe salir LCR o sangre en la aspiración y no debe aumentar la FC al administrar anestésico local + adrenalina.
§  Complicaciones del Bloqueo Medular:
ü  Respiratorias: hipoventilación, insuficiencia respiratoria, disnea.
ü  Cardiovasculares (más frecuentes): hipotensión y bradicardia.
ü  Toxicidad sistémica por anestésicos locales IV.
ü  Cefalea por pérdida de LCR o punción accidental de duramadre.
ü  Retención urinaria (frecuente) por utilización de opiáceos y bloqueo de músculos de la micción.
ü  Infecciones: Meningitis.
ü  Alergia a los anestésicos.
2.      Bloqueo Nervios Periféricos. Se trata de un bloqueo específico y reversible. El más frecuente es el del plexo braquial que inerva brazo y hombro. Otro menos frecuente es el plexo lumbar que inerva los MMII.
§  Bloqueo axilar: mano, antebrazo, codo.
§  Bloqueo infraclavicular: brazo.
§  Bloqueo interescalenico: hombro y clavícula.
Se administra anestésico local + Adrenalina para disminuir la difusión del anestésico hacia los vasos, retrasando la absorción sistémica, lo que produce menos efectos adversos y mayor duración del bloqueo.
Las Complicaciones pueden ser locales (necrosis, lesión de vaso, órgano o nervio) o generales (alergia al anesésico o sobredosificación).

Fuente: Sesión Anestesiología impartida por Marcos Millán, enfermero de Reanimación.